Tal como saben ustedes, my faithfull readers (son poquitas pero las adoro y agradezco!), este blog es puro cuentos de amigas. Así que no puedo dejar pasar este "marketinero" día (como lo denominó una de mis blogger friends), para hacer honor a quienes me acompañan, inspiran, entretienen y consuelan cada día.
Amo a mis amigas mujeres, y a mis veinti-largos ya tengo más que sabido que no hay nada que las supla. Las casadas con sus cuentos de suegras insoportables; las solteras y sus salidas con fines incontables; las borrachas consuetudinarias; las misioneras vírgenes; las backpackers y las bloggers. Todas y cada una de ellas hacen mi vida y sobretodo, han contribuido a mi forma de pensar.
No hay nada que un encuentro con las amigas no pueda curar. NADA. Un café de tardecita, una cerveza after office o un vinito por la noche son, y disculpen el clishé, como chocolate para el alma.
Un blogger a quien sigo lo puso muy bien (sin siquiera ser para él el día de la amistad):
It’s about the unspoken, yet understood, platonic love that man has for his fellow man that seems to only exist in the presence of cracking open a cold beer. How a simple beer has the power to smooth out any riffs and calm any waves between a couple of dudes.
Thank to all of you who chose me to share your lives with. My life would have never been the same without you. I love you!