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Mujeres entre copas surge de mi afán de compartir las experiencias que vivo con mis más preciadas compañeras de vida: mis amigas.

Me las he arreglado para compartir mi vida con mujeres apasionadas, desafiantes y audaces, que buscan de la vida mucho más de lo que buscaban nuestras madres; y quizás de los que buscan muchas de nuestras contemporáneas.

Acompañame en este andar de risas, reflexiones, preocupaciones y llantos; de la mano de un grupo de mujeres que intentan equilibrar sus vidas de mujeres OCUPADAS con sus sueños de mujeres ENAMORADAS.

La que se casa; casa quiere*.

(*) Esta es la frase que me reitera mi mamá... cada vez que saco a relucir mi reveldísima idea de mudarme a vivir sola.

Hace un tiempo vengo pensando en eso; y apenas me puse a comentarlo con algunas amigas, recibí todo tipo de miradas, bocas abiertas y seños fruncidos. Aclaro, esto solo pasa en las ciudades-pueblo del fin del mundo.

"Entonces... ¿No te vas a casar?" Esta es, en resumidas cuentas, la respuesta que más he recibido.

Y no se asombren. Ellas no son las extrañas (aunque uno espera mayor comprensión de las contemporáneas que de los padres anticuados). Así es la regla de esta sociedad. Hasta los dueños de departamentos a los que llamé y visité se han demostrado tímidamente escandalizados al escuchar que buscaba algo para uno.

Hay 2 cuestiones interesantes que surgen de dichas reacciones: 1) el estereotipo que indica que solamente podemos salir de la casa de nuestros padres cuando nos casamos, por ende, no hay independencia sin matrimonio; y 2) la pérdida de esperanza y desilusión que manifiestan las amigas (y los extraños)... como que "entoces ya no te vas a casar más... ever".

Quizás me case; quizás no. Imposible prever. Pero me niego a esperar a un marido, para cumplir mi deseo de independencia. Es más, casarse por la simple razón de querer vivir sola, es posiblemente la peor razón para entrar a un matrimonio... Precisamente porque "sola" es lo que menos estás.

Rey EX

Mis pésames a todas aquellas que tienen un REY EX.

Let me explain myself: mujeres que han tenido un único novio; o uno entre varios, pero que fue tan importante que se apoderó de TODA la historia amorosa de una. El REY EX.

Este tipo gobierna gran parte de nuestras subsiguientes love related decisions: empezando por los demás hombres que elegimos; los grupos en los que nos movemos; los sitios a donde vamos; los perfumes que compramos; las películas y músicas que nos gustan; las actividades de ocio; los bailes; y hasta la forma de hacer el amor.

Y no es amor lo que sentimos. En mi opinión, es necesidad. Nosotras somos seres amantes, fans del amor. Necesitamos alguien que nos haya amado, que nos haya mimado, que nos crea diosas y que sea celoso de nuestras minifaldas... Alguien que nos quiera . Claro, casi siempre esto lo creemos solo nosotras.

La vuelta de la tortilla


"Se dió la vuelta la tortilla" es una famosa expresión que describe que todo aquello que me pasaba a mi; ahora te pasa a vos. Y el 99% de las veces, la utilizamos en relaciones amorosas, cuando uno lo quiere todo y el otro nada; y al rato, la cosa se da la vuelta...

Cortamos y yo estaba desconsolada; al mes era él el desconsolado y yo ya estaba en otra ("otro", más bien); al siguiente mes yo estaba nuevamente desconsolada y él estaba en otra (esta vez sí, "otra").... Y esto ha pasado over and over again...

Lo que yo quiero saber es CUANTAS VECES dará vueltas esta fu**ing tortilla antes de dejarnos seguir adelante en paz?!? Quién para de girarla? Cuándo se quema? O bueno, al menos, quién es el desgraciado cocinero que nos tiene "tira y afloje" con el mismo tema.

Cuesta seguir adelante cuando uno anda con el "what if" proveido por la ley ésta de la tortilla, verdad?

En fin, no tengo respuestas. Las escucho, si ustedes la tienen. Hasta ahora lo único que hago es convivir con esto de las volteretas... y rezarle al cocinero para que esté más tiempo a mi favor que en mi contra!

 
Mujeres entre copas | TNB